He escuchado mucha gente exclamando que quiere independizarse, quiere tener su casa, carro, lujos. Programas de televisión sobre viajes, hablan sobre lo maravilloso de cumplir tus deseos, obtener todo lo que quieres. Siempre imaginando que aquello es lo más maravilloso, yo me pregunto si en verdad es así.

Veo en la ventana que da hacia la carretera gente pasar a pie, en sus vehículos y pienso en eso, ¿Quisieran ustedes cumplir sus metas? ¿Tienes metas? ¿Cuáles son sus metas? ¿Qué harían cuando ya hayan completado sus metas?

Siento que hago las preguntas a esas personas que veo, desde mi cabeza, pero al mismo tiempo creo que en realidad me estoy preguntando eso a mí mismo, sin embargo, si quiero saber que piensan los demás, quizás al escuchar las respuestas pueda responderme a mí mismo también.

Hoy decidí tomar la iniciativa de preguntarle a las personas con las que coincido en el día para preguntarles. El resultado, agridulce, las personas quieren muchas cosas, veo como brillan sus ojos cuando me responden, pero al momento de contarme que harán cuando cumplan sus metas, percibo miedo, ese pánico a lo desconocido, pavor de llegar al callejón y que después no haya nada más, de pronto ellos también empiecen a hacer preguntas.